Salir al río fue más que una clase al aire libre. En el marco de Vida en la Naturaleza, los estudiantes vivieron una experiencia de Stand Up Paddle que unió deporte, paisaje y reflexión.
Cada remada fue un acto de equilibrio, de confianza, de conexión con uno mismo y con el entorno. Hubo caídas, risas, desafíos… y también aprendizajes profundos sobre el valor de cuidar el río, de escuchar al otro y de reencontrarnos con nuestra ciudad desde una perspectiva nueva.
Estas experiencias dejan huella, porque conectan lo pedagógico con lo vivencial, lo físico con lo emocional. ¿Qué paisajes nos estamos perdiendo por no cambiar la mirada? ¿Qué hábitos podemos transformar para cuidar lo que tenemos tan cerca?