Vivimos en la escuela una experiencia única, gracias a nuestro programa de Padrinazgo. Los estudiantes mayores apadrinan a los más pequeños, proponiéndoles actividades compartidas llenas de aprendizaje y diversión.
Durante estas jornadas, los estudiantes más grandes cuidan, guían y apoyan a sus ahijados, fomentando relaciones especiales. Padrinos y ahijados se comprometen emocionalmente, valorándose mutuamente.
Desarrollamos habilidades sociales que promueven la empatía, la solidaridad y el trabajo en equipo. El padrinazgo refuerza el sentido de pertenencia, creando vínculos entre los diferentes niveles escolares.
Los estudiantes mayores asumen roles de liderazgo, acompañando a los menores con responsabilidad, determinación y confianza. Además, todos aprenden a comunicarse y a enseñar de manera afectiva y efectiva.
Estas actividades recreativas y colaborativas son la puerta de entrada para futuras propuestas comunitarias.
¡Juntos, construimos una comunidad escolar más inclusiva y unida!